“ Ikigai (una razón para ser) es un término japonés para referirse a los placeres y el sentido de la vida, dedicando nuestro tiempo a actividades que amamos “
Todo comienza en Ogimi, un pueblo japonés al norte de Okinawa de poco más 3000 mil habitantes. Es considerado como el lugar más longevo del mundo y tienen los índices más bajos de cáncer, diabetes, hipertensión de todo Japón. La gente ahí nunca se jubila y todo el tiempo tiene una tarea por hacer. La mayoría de sus habitantes rebasan los 100 años.
“ Si no haces nada, la muerte viene por ti “
La palabra se compone uniendo iki, que significa “vida” o “estar vivo”, y gai, que significa “lo que vale la pena y tiene valor”. Traducido literalmente sería, “aquello por lo que vale la pena vivir”.
De acuerdo a sus habitantes, la esencia misma del Ikigai se resume en: sentido de comunidad, pertenencia, dieta equilibrada y conciencia de la espiritualidad. Ikigai se traduce en una razón para vivir, algo que nos de las fuerzas para levantarnos todas las mañanas y seguir viviendo. Ikigai da a la vida un propósito y nos aporta el coraje para seguir adelante. Siempre ocupados, manteniendo nuestro tiempo a actividades que amamos.
Pero Ikigai va más allá de una simple filosofía. Para sus seguidores, no se trata solo de buscar felicidad, se trata de encontrar lo que hacemos bien y nos apasiona, descubrir aquello en lo que realmente somos buenos, que nos proporcione placer cuando lo realizamos y que pueda aportar algo al mundo.
“Cuando encontramos nuestro lugar en el planeta, estaremos satisfechos y realizados, en vez de estar perdidos en el mundo. Tengan la seguridad que la felicidad llega sola. Incluso en los días más oscuros y terribles del ser humano, el Ikigai nos recuerda la razón de ser”
El Ikigai puede conducirnos al éxito en muchos ámbitos, aunque esta no es una condición estrictamente indispensable. Se puede tener éxito en el trabajo, dinero, fortuna, fama, etc. Pero está bien establecido que las personas pueden alcanzar su máximo de felicidad, éxito y propósito en la familia o en actividades cotidianas por mínimas que parezcan, que no tenga nada que ver con lo material o económico. Una filosofía muy holística.
Lo más importante del Ikigai, es que está al alcance de todos. Desafortunadamente no todos descubren su Ikigai, para eso se necesita un gran viaje introspectivo y de autodescubrimiento, que pocos están dispuestos a realizar.
“Lo que un ser humano puede ser, debe serlo”
Abraham Maslow
En el año 2008 la Universidad de Tohoku en Japón, publicaron un estudio llamado “ el estudio ohsaki “, descubriendo que los hombres y mujeres con Ikigai tenían menor riesgo de morir por problemas cardiovasculares así como por causas externas. Un estudio por la Universidad Médica de Iwate pudo comprobar lo mismo posteriormente.
En nuestra vida cotidiana resulta difícil en la mayoría de las personas tener el deseo suficiente para encontrar su propósito en la vida. Se habla más de hábitos, costumbres, presiones sociales, dinero, responsabilidades, trabajo, etc. Muy pocas veces nos ponemos a considerar el verdadero camino que nos lleve hacia nosotros mismos de una manera completa.
Al no tener este camino, el ser humano se vuelve predispuesto a enfermedades como ansiedad, depresión, frustración, insatisfacción, entre muchas otras. Se condena al hartazgo, apatía, negatividad, rechazo, pudiendo perder sus habilidades especiales de cada ser humano y con esto perder los objetivos de vida. Se pierde la conexión de ese sexto sentido hacia la felicidad. Pero afortunadamente, nunca se es tarde para encontrarlo.
Los cinco pilares del Ikigai
- Empezar con humildad
- Renunciar al ego
- Armonía y sostenibilidad
- El placer de los detalles
- Ser conciente del momento presente, del aquí y el ahora
Como encontrar tu Ikigai
¿ Con qué te sientes realmente cómodo ? Te relacionas bien con los demás o solo. Encuentra eso que te hace sentir que has nacido para esto.
¿ Con qué actividades el tiempo se pasa volando ? Aquellas actividades en las que se pasa el tiempo sin sentirlo, te pierdes, estas concentrado y los disfrutas al máximo.
¿ Qué te resulta fácil hacer ? Encontrar esa actividad que te viene con facilidad. Que te reporten satisfacción.
¿ Qué te gustaba de niño ? A veces solo hay que echar la vista atrás para encontrar nuestros talentos naturales silenciados en la adultez.
Tener en cuenta que el Ikigai no siempre es una revelación interior que deba cambiar radicalmente nuestra vida. También consiste en mirar nuestra propia realidad encontrando los motivos suficientes para sentirnos felices y plenos. Estos son los que nos pueden llevar a nuestra meta final en la vida.
“A veces lo más difícil no es encontrar el Ikigai, sino mantenerlo”
Conecta contigo mismo, descifra lo que te apasiona y puedas llevar en práctica. Descubre lo que te haga feliz, pleno, que aporte valor a tu vida y a los demás. Cuando te encuentres en el camino correcto, todos tus deseos llegarán solos. Nunca es tarde para encontrar nuestro lugar en el mundo.
Y tú, ya encontraste tu IKIGAI ?